“En Colombia el camino para el desarrollo es el emprendimiento”: Miguel Piedrahita, el nuevo tiburón de Shark Tank

Por empweb

El 9 de septiembre se estrenó la nueva temporada de Shark Tank Colombia en YouTube y el 27 estará en la pantalla de Sony Channel. La gran sorpresa es el nuevo tiburón de la mesa:  Miguel Piedrahita.

Miguel Piedrahita, reconocido empresario antioqueño, miembro de las juntas directivas de algunas de las empresas más importantes del país, como Celsia Colombia, ODINSA y el Grupo Uribe, se sentó en nuestra Silla de Gerentes para hablar del aporte de Shark Tank al crecimiento del ecosistema de emprendedores en Colombia.

“Los emprendedores colombianos son héroes. Nosotros deberíamos admirarlos más. Creo que admiramos mucho emprendedores mundialmente conocidos como Elon Musk, por decir alguno. Pero aquí deberíamos admirar públicamente mucho más a David Vélez, a Simón Borrero y a otros más”, señaló.

¿Cómo un empresario con su trayectoria termina metido en Shark Tank?

Yo soy un empresario que no me quedo quieto. Tengo 42 años y me encanta trabajar por Colombia desde el sector productivo. A mí me llegó un mensaje de invitación a que fuera el nuevo tiburón de la sexta temporada y me me pareció una nota por una razón muy especial, y es que yo creo que Shark Tank ha hecho mucho por el emprendimiento en Colombia. El emprendimiento, cuando uno lo describe en su realidad, se da cuenta que finalmente es un mundo de unos espacios muy solitarios. Entonces hay que visibilizar el emprendimiento, hay que exaltarlo y eso es lo que hace Shark Tank. Yo sentí que he tenido unos privilegios en la vida y ante esos privilegios, mayores responsabilidades, como compartir con más personas y con audiencias, sobre todo jóvenes, ¿cómo orientar en ese mundo del emprendimiento al que sabe qué sí es y qué no es? Porque al final del día tenemos unas ideas a veces muy rosadas del emprendimiento y muy seductoras y muy sexys. Pero también la realidad del emprendimiento es de la disciplina, de esas emociones, de esas montañas rusas. Entonces queremos dar la reflexión real de lo que es el emprendimiento, con el ánimo de estimularlo, porque creemos que en Colombia el camino para el desarrollo es el emprendimiento.

¿Cómo se da ese salto de emprender a ser un empresario?

Esa es una súper pregunta y yo te diría que todos tendremos respuestas súper heterogéneas a ese planteamiento que haces. Yo creo que el empresario tradicionalmente ha sido reconocido como aquel que ya está con una empresa que genera sistemáticamente excedentes de caja y que no está sistemáticamente levantando capital, que no está todos los días buscando el pesito para ver con qué hace el ajuste para esos crecimientos que se ponen, que además muchas veces son súper empinados. El emprendedor, al contrario, todos los días está maleteando vendiendo su compañía, levantando capital. No está posiblemente con grandes excedentes de caja, todavía no está con unas grandes capacidades de servir una deuda porque no tiene acumulación de caja de manera importante. Yo creo que hay una definición en la que el empresario ya está en una posición algo más consolidada en sus finanzas corporativas y que efectivamente puede estar también vinculado con algo de lo que se denomina un poco la economía más tradicional. A pesar de lo que acabo de decir, el emprendimiento no es solo de base tecnológica. Por eso está Shark Tank para la realidad colombiana, para el emprendimiento de todas las regiones, de todas las edades, de todas las industrias, algunas muy sofisticadas, pegadas con la inteligencia artificial, algunas que son la realidad del comercio colombiano, de las empresas y todo eso tiene méritos de conseguir capital y todo eso tiene méritos de crecer. Seguramente todos los oportunidades de negocio que uno tiene al frente, si tienen el precio correcto de valoración y tienen las razones lógicas de una juntanza, tienen probabilidades de que se consigan negocios en general.

¿Qué debe tener en cuenta alguien que va a proponer una idea en Shark Tank?

A mí me mueven la aguja tres cosas. La primera es que ojalá no sea uno, sino varios, varios jinetes que estén juntos, porque ahí, en esa complementariedad de competencias, es donde hay más magia. Cuando estamos en ese mundo del show de un solo hombre o una sola mujer, muy teso porque le toca gestionar la soledad y la incertidumbre del emprendimiento solita o solito. Y yo creo que eso es un desafío emocional que se vuelve súper agobiante en algún momento. Yo le apuesto a los jinetes y no a los caballos. Yo creo que unos buenos jinetes son capaces de coger los caballos y llevarlos en su mejor condición de desempeño para lo que se esté buscando en el negocio específico que se esté diseñando. Segundo, yo creo que ojalá tengan el deseo de quedarse con esa empresa hasta el último de sus días. Porque cuando uno quiere preservar algo de por vida, le mete toda la energía, le mete el alma. Y tercero, que yo creo que la obsesión de crecimiento no se los lleve por delante. Para mí la obsesión debe ser la calidad del crecimiento, no el crecimiento. El crecimiento se lleva a compañías por delante porque le seca la caja y cuando una compañía quema caja, se acerca a la muerte empresarial. Y lo que debería pasar es lo contrario.

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